
El olivo y la oliva, árbol y fruto, representan para el pueblo palestino, desde tiempos inmemoriales, como para otras comunidades de la cuenca mediterránea, mucho más que un sustento para la alimentación cotidiana de la población. Son símbolo de identidad, de la herencia recibida, de resistencia, como anchas y fuertes son sus raíces, casi sin agua y, ahora, en medio de los bombardeos.
Fátima Hassouna fue una fotoperiodista palestina asesinada el pasado mes de abril en un bombardeo israelí sobre la franja de Gaza. Hassouna, que apenas tenía 26 años cuando murió, retrató con su cámara el horror cotidiano y la realidad de Gaza, y fue protagonista de un documental, “Put your soul on your hand and walk” (“Pon tu alma en la mano y camina”), en el que se reflejaron sus esfuerzos para dar a conocer al mundo, a través de los medios de comunicación y las redes sociales, la situación del pueblo palestino.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria la ha investido como Doctora Honoris Causa in Memoriam este martes 9 de diciembre, en el Salón de Actos del Edificio de Humanidades, en nuestra casa. En el acto, nuestro rector, Lluís Serra, indicó en su intervención que el reconocimiento póstumo a Fátima Hassouna lo recibirá, en breve, su madre, y anunció que la ULPGC plantará próximamente un olivo en nombre de Fátima Hassouna en el Bosque de la Ciencia de la ULPGC, ubicado en el Campus Tafira.
Fátima, su trabajo, su grito, su voz, volverá así a florecer en la próxima primavera. Ese olivo será testimonio de que el arte pervive, aunque la acallaron físicamente, más allá de la muerte, contra la muerte.






















